Bob Arum: 50 años
creando estrellas
De Lester Jiménez | Contra las cuerdas
El reconocido promotor de boxeo cumplió esta semana
50 años en el pugilismo, creó la empresa Top Rank, una de las más exitosas en
la historia del boxeo moderno. Bajo su tutela promovió, desarrolló y en algunos
casos, creó estas y otras figuras que alcanzaron fama mundial, muchos de los
cuales ya tienen separado su nicho en el Salón de la Fama del Boxeo.
Nada mal para un abogado graduado de la Universidad
de Harvard, que trabajó como fiscal federal para las administraciones de los
presidentes John D. Kennedy y Lindon B. Johnson.
Lo curioso es que Arum no conocía nada de boxeo,
salvo la inevitable fama que había adquirido Muhammad Ali, entonces Cassius
Clay. Su primer encuentro con el deporte fue, precisamente cuando fue fiscal en
un caso de cobro de impuestos de una pelea entre Sony Liston y Floyd Patterson.
En 1965, Arum recién iniciaba labores en el
prestigioso bufete, donde tuvo que lidiar con algunos aspectos legales
relacionados al boxeo.
Poco después, y a instancias de un amigo, fundó Top
Rank, y promovió su primera pelea el 29 de marzo de 1966 en Toronto, Canadá: El
protagonista no podía ser otro: El grandioso Muhammad Alí frente a George
Chuvalo.
“La primera pelea que íbamos a hacer era en
Chicago, Ali frente a Ernie Terrell. Pero entonces reclasificaron a Ali como
disponible para el sorteo del servicio militar obligatorio. Ali respondió
diciendo que no tenía nada en contra del Viet Cong (el ejército de Vietnam del
Norte, con quien Estados Unidos estaba enfrascado en una guerra no declarada) y
nos botaron de Chicago. Nos botaron del país, de hecho, terminamos en Toronto.
Terrell se quitó de la pelea e hicimos Ali versus Chuvalo, el 29 de marzo hace
50 años”, sostuvo Arum en una extensa entrevista que concedió al diario boricua
El Nuevo Día.
“Yo No tenía intenciones de quedarme tanto tiempo
como promotor ni en nada relacionado al boxeo. Pero me involucré en la batalla
legal de Ali y ahora, 50 años después, aquí estoy”, añadió.
Top Rank se convirtió en la empresa promotora de
algunos de los boxeadores más afamados y de los combates más recordados por la
fanaticada, entre los que se destacan el choque entre Ali frente a Ken Norton
II, la serie de combates entre Hagler, Leonard y Tommy Hearns y el inolvidable
choque entre José Luis Castillo y Diego Corrales, entre muchos otros.
Además, fue pionero en muchos aspectos de la
industria, como presentar la primera pelea a través del sistema de “Pague-Por
Ver” entre Ali y Joe Frazier desde Filipinas, conocida como “Thrilla in Manila”
y presentar las primeras carteleras para las prestigiosas cadenas de televisión
por paga, HBO y Showtime, entre otros.
Entre los púgiles que tuvo bajo su ala, Ali es y
será siempre su favorito, pero aseguró que también disfrutó trabajar con
nombres como Óscar de la Hoya, Manny Pacquiao y hasta Floyd Mayweather, Jr.
“NO HAY NADIE COMO ALI. ERA MÁS GRANDE QUE LA VIDA
MISMA”, DESTACÓ.
Los peleadores latinos también tuvieron un espacio
prominente en su empresa, consciente de la gran base de fanáticos que atraen.
Por eso, en su historial aparecen nombres como el nicaragüense Alexis Arguello,
los boricuas Miguel Cotto y el prospecto Félix Verdejo, y los mexicanos
Morales, Castillo, Juan Manuel Márquez, Humberto “Chiquita” González, Antonio
Margarito y el más grande de todos los campeones Mexicanos, Julio César Chávez
padre, a quien distingue por encima de todos.
“¡Chávez era extraordinario! Me reí mucho
(trabajando con él). Disfruté mucho de él como persona y de promover a otros
peleadores mexicanos”, destacó al diario Hoy.
SE LE ESCAPÓ “TITO”
Pero, a pesar de su gran trayectoria y su
incuestionable éxito como reclutador de talento para su empresa, no siempre
acertó en sus decisiones.
Una vez, un manejador boricua llamado Yamil Chade
le presentó un boxeador, joven, alto y delgado para que lo formara en su
compañía.
Arum no mostró mucho interés y el joven enfiló sus
cañones hacia la empresa rival, King Promotions.
SU NOMBRE ERA “FÉLIX “TITO” TRINIDAD.
“El boxeador que me arrepiento no haber podido
promover es Trinidad. Yamil Chade me lo trajo inicialmente, pero con Yamil
nunca podías entender qué era lo que quería y yo inicialmente no estaba
particularmente interesado en él”, confesó Arum.
Trinidad firmó con Don King, con quien logró ganar
cinco títulos en tres divisiones distintas y convertirse en un fenómeno tanto
en Puerto Rico como en el exterior.
Sin embargo, no estuvo libre de controversias
contractuales con King, como muchos otros púgiles que se quejaban de que el veterano
promotor de los pelos erizados no hacía justicia salarial.
“Creo que pude haber hecho mejor trabajo con
Trinidad de lo que hizo King. Claro, él terminó siendo una inmensa estrella de
todas maneras, pero sé que me hubiera encantado promoverlo”, destacó.
ACTIVO EL FUTURO
Cuando se enciendan las luces del MGM Grand de Las
Vegas el próximo 6 de abril, podría cerrarse un capítulo más en su historia, ya
que se espera sea el último combate que promueva de Pacquiao, el púgil más
famoso que ha dado Filipinas y uno de los mejores en la historia de este
deporte.
Pero con 84 años de edad, todavía a Bob Arum le
queda mucho juego de piernas en esta industria. Aún dirige los destinos de
promesas como Verdejo, Gilberto Ramírez, Oscar Valdés y Terrence Crawford,
entre muchos otros y según ha comentado, no descansará hasta que los convierta
en las nuevas estrellas del boxeo,
Y es que cuando se fue Ali, llegaron Leonard,
Hagler, Durán y Hearns; Cuando se retiraron las glorias de los 80, nacieron De
la Hoya, Mayweather y Pacquiao; Pero la cantera sigue y ahora suben Verdejo,
Crawford, y Valdés.
Pero 50 años después, Bob Arum y Top Rank, siguen
como el sabor de buen wiskey o la melodía de una gran canción, que nunca pasa
de moda.
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