Luis Aparicio: hace 60 años comenzó su leyenda en Las
Mayores
Por Carlos Castellanos
La fría tarde del 17 de abril de 1956, el zuliano
debutó como campocorto de Medias Blancas de Chicago en Grandes Ligas
Sin duda en la historia del béisbol venezolano e incluso
de las Grandes Ligas, escuchar el nombre de Luis Aparicio es sinónimo de éxito,
entrega, disciplina, records y por supuesto porque hasta la fecha es el único
pelotero nacido en Venezuela en ser exaltado al Salón de La Fama de
Cooperstown, hogar de las leyendas de este deporte. Pero precisamente este 17
de abril se cumplen 60 años del inicio de la histórica carrera de este inmortal
zuliano.
Era el año 1956, hacía frío la tarde de aquel 17 de
abril en el Comiskey Park de Chicago, los Medias Blancas estrenaban un nuevo
campocorto, el venezolano Luis Aparicio, quien portaba el número 11 en su
uniforme y fue alineado como octavo en el orden de la ofensiva de los
patiblancos. La fanaticada del conjunto de la ciudad de los vientos estaba
expectante y con dudas ante este jugador, que sustituyó a otro criollo que ya
se había ganado el corazón de la afición, nada más y nada menos que Alfonso
“Chico” Carrasquel.
Pero que mejor día para debutar el de Aparicio,
puesto que lo hizo frente a Indios de Cleveland, precisamente el nuevo equipo
donde militaba su ídolo y mentor “Carrasquelito”. No cabe duda que el universo
conspiró para que la historia del zuliano y su llegada a las mayores comenzara
de esa manera.
Luis Aparicio se fue de 3-1 en aquel encuentro,
después de dos turnos en blanco frente a los envíos del también inmortal Bob
Lemon, llegó su primer imparable en la gran carpa, lo conectó en la parte baja
del séptimo capítulo. A la defensiva demostró su potencial y la fanaticada
quedó convencida que su llegada a la novena patiblanca no fue una casualidad.
Es encuentro terminó con el marcador 2-1 a favor de
Medias Blancas frente a Indios de Cleveland, lamentablemente Lemon cargó con la
derrota al trabajar siete entradas, por los patiblancos Billy Pierce lanzó la
ruta completa.
Habla el legendario Aparicio
“¿60
años? ¡Me estoy poniendo viejo! (Risas). Aún lo recuerdo como si fuera ayer.
Aquí en mi casa tengo aún fotos de ese día. Allí estuvo conmigo Alfonso
Carrasquel, quien era todo un personaje. Alfonso me aconsejó mucho. Él fue mi
ídolo. Yo no creía que iba a jugar en su lugar hasta que lo vi en los
periódicos de Chicago. Fue en la prensa que me enteré que estaba sustituyendo a
Alfonso. Mi debut fue algo redondo al tener allí también a “Chico” Carrasquel.
Él me ayudó muchísimo a llegar allí, tanto en el terreno como fuera del
terreno”, expresó Aparicio, según reseñan medios nacionales.
“Estoy
muy feliz por la forma en que me trata aún la gente. Todo el mundo. Me ven en
la calle y me respetan, me tratan con un cariño del cual estoy muy agradecido.
Lo único que tengo que decirle a toda la gente es gracias. Y es una fecha
importante, porque no solo empecé mi carrera, sino que gracias a eso, al
béisbol, pude tener a mi familia. Yo no conocía a mi esposa Sonia todavía, pero
ese mismo año nos casamos y ya vamos a cumplir 60 años juntos. El béisbol me
dio hasta a mi señora, porque la conocí en un estadio ese año. Estoy muy
contento por todo lo que pasó en mi vida después de ese día, porque el béisbol
me ha traído tantas cosas buenas que no me puedo quejar, gracias a Dios y a La
Chinita”, sentenció Aparicio.
Sus números
El inmortal Aparicio en sus 18 campañas en Grandes
Ligas, dejó marca de 2.677 imparables, 506 bases robadas, fue acreedor de nueve
guantes de oro, fue llamado 13 veces al Juego de Las Estrellas y además en su año debut se llevó la distinción
del novato del año de la Liga Americana.
Jugó 10 temporadas con Medias Blancas, las primeras
siete entre 1956 hasta 1962, posteriormente pasó cinco campañas con los Orioles
de Baltimore entre 1963 hasta 1967. Regresó a los patiblancos para las campañas
1968, 69 y 70, de allí se fue a Medias Rojas de Boston con quienes jugó desde
1971 hasta 1973 cuando finalizó su carrera en el “Big Show”.
Su promedio al bate vitalicio es de .262, 2.601
juegos, 10.230 veces al bate, 1335 carreras anotadas, 2677 imparables, 83 jonrones y 791 empujadas.
Su Exaltación al templo de los inmortales de
Cooperstown llegó en 1984, en su sexto año de candidatura, en esa oportunidad
logró 341 votos al primer lugar, lo que representó el 84,62% de las votaciones.
Con información de Líder y Meridiano
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