culto al culo
DE DÓNDE VIENE LA
OBSESIÓN (DE ELLOS Y ELLAS) POR LAS POSADERAS
[Mónica de Haro]
La derrière gana terreno como reclamo sexual, pero
hay otras razones detrás de este ascenso meteórico
Lucir una delantera exuberante ya no moda. Es más,
ahora resulta hasta vulgar. De hecho, lo cool es quitarse los implantes XXL tan
de moda en los 90 como ya hizo Victoria Beckham, para reivindicar la belleza
natural.
Las mujeres siempre hemos pensado que el sueño de
muchos hombres es emparejarse con una mujer que tenga los pechos grandes. Ahí
están esos dichos populares tan manidos: “Dos tetas tiran más que dos carretas
o antes la duda, la más tetuda”. Pero parece que el reinado absoluto del busto
ha tocado a su fin, el booty ha llegado para quedarse. Ya lo dijo Beyoncé
cuando acuñó el término ‘Bootylicious’ (de ‘Booty’ = Trasero y ‘Delicious’ =
Delicioso).
Ellos siempre lo han adorado, mientras que para
nosotras ha sido una fuente continua de problemas tanto para las que han tenido
que vivir con un ‘culo-carpeta’ (plano e inexistente) como para las que
trataban de disimular un ‘culo-pollo’ (grande y respingón), por no hablar de la
tendencia a acumular grasa y celulitis sea cual sea su forma y talla.
Pero todo esto ya ha quedado atrás porque vivimos
un auge de la femeneidad donde lo curvy y grande es bello se mire por donde se
mire.
Tener un culo grande es sinónimo de salud ya que
podría prevenir el desarrollo de diabetes y bajos niveles de colesterol.
Además, ¿sabías que la admiración masculina por esta parte de la anatomía
femenina tiene mucho que ver con el proceso de selección natural de la especie?
Históricamente lucir un trasero prominente y unas
caderas anchas era considerado un símbolo de fertilidad, y en la cultura
occidental siempre se ha considerado una zona erógena al estar asociado a los
órganos reproductores femeninos.
El psicólogo evolutivo Devendra Singh y el
neurocientífico Steven Platek que estudiaron durante 20 años el significado de
la atracción masculina por la mujer tipo ‘reloj de arena’ (cintura pequeña,
caderas anchas y nalgas pronunciadas) y encontraron que esa silueta estimula en
los hombres un poderoso sistema interno de recompensa, encendiendo los mismos
centros cerebrales del placer que la heroína y la cocaína.
Esta foto de las hermanas Jenner y su troupe ha
revolucionado el verano. (Foto: Instagram)
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