Kenneth Zseremeta y
Néstor “Che” García
Hombres del Año en
Venezuela
Armando Solórzano
Soy 100 %
nacionalista y hasta chauvinista en asuntos deportivos, aún recuerdo mi
comentario en la rueda de prensa donde federativos presentaban a Kenneth Zseremeta (2008) como técnico de las selecciones de futbol femenino,
coño es que aquí no hay técnicos, eran los días de gloria incipiente en la
Vinotinto, la de mayores se dejaron de meter la pata con argentinos, uruguayos
y europeos, se la dieron a Richard Páez
y recójanlos, algunos aceptaron, otros no, pero aún así, proseguí en el
comentario diciendo, que tiene que venir a enseñar un panameño de futbol a este
país ¡donde jugó este señor? Y meses, años después, me quito el sombrero
ante alguien, que puso a nuestras niñas, en la palestra del futbol mundial y no
por casualidad ojo, con trabajo serio y voluntarioso. Después, contando con el
despertar de ilusiones, con un seguimiento que gracias a la T.V., las puso en
la zenda de los grandes Craks del futbol mundial, pues si no, como es que ese
endiablado accionar de; paredes, desmarcajes, taquitos, pelota a los espacios
vacios, triangulaciones con precisión Suiza (de relojería), apunta mas a una
escuela propia, pero forjada a la luz de enseñanzas y estudio. Llevan a otra
dimensión la técnica de los grandes, con cadencia caribe y resolución de
guerreras.
Son un espectáculo,
las tribunas llenas lo confirman y el quiebre síquico de las rivales, ante la
abrumadora secuencia de ataques, no deja lugar a dudas que son endiabladamente
tenaces, en cuanto a los objetivos planeados, sin duda un regalo a la vista y el corazón.
NÉSTOR “CHE”
GARCÍA
Sin duda un gran
Capitán, no es fácil el temperamento de nuestras estrellas del baloncesto, pero
el argentino, lo amoldo a su filosofía y verlos correr la cancha, se convierte
en monumento a la perfección.
No dejan nada al
azar, están cumpliendo el plan, atracar con buena o mejor defensa, compactos,
la filosofía funciona del tal manera, que la individualidad se perdió, son una
maquina maravillosa de producir emociones.
Se convierte en
realidad la máxima de “Todos para uno y uno para todos” cual mitológicos
espadachines.
Es tal la entrega,
que el cansancio se disipa o los dolores, todos quieren contribuir y eso ya, es
un milagro, con el valor agregado del rendimiento pueden producir cualquier
sorpresa, aún ante rivales otrora invencibles para nuestros equipos.
Siempre cabía la
pregunta, de a donde se iban los centenares de baloncestistas, que uno ve en
las canchas del barrio, se diluían antes de abrirse paso, ahora están ahí,
acariciando un sueño zonal como los suramericanos, Olímpico o Mundial, sin
atisbo de complejos y con una calidad, que les mantiene de ejemplo de
generaciones por venir y entre los gestores de esta transformación, un argentino
de corazón criollo, que sabe mover las piezas y encontró concordancia entre lo
físico y la pasión.
No hay comentarios:
Publicar un comentario