La Habana esconde a
sus indigentes por visita de Obama
-Por: Yosmany Mayeta Labrada-
Los arreglos en el estadio Latinoamericano y las
reparaciones a las calles por donde transitará la caravana de Barack Obama son
solo una parte de los preparativos ante la llegada del presidente de Estados
Unidos a La Habana este domingo. Desde hace varios días, brigadas del
Ministerio de Salud Pública están internando los mendigos de la ciudad en
instalaciones sanitarias para retirarlos de la vía pública.
Nancy Navarro, enfermera del Policlínico Docente
1ro de Enero en el municipio Playa, contó a 14ymedio que hubo en una reunión en
su centro de trabajo para preparar un censo de las personas que deambulan por
la ciudad. El proceso incluyó también una evaluación por parte de profesionales
especializados en salud mental, quienes en compañía de otros técnicos, son los
encargados de recoger a los mendigos, “en la calle o incluso en su vivienda”.
Una doctora del Centro de Salud la Quinta Canaria,
en el municipio Arroyo Naranjo, aseguró que en ese lugar “se internará a las
personas de la tercera edad que deambulan por las calles de varios municipios
de La Habana”. La empleada reconoció que se prevé una afluencia de un poco más
de 200 ancianos, “aunque esta es una cifra muy elevada para la instalación pues
no cuenta con las condiciones idóneas para la acogida”.
Yaneysi Ríos, doctora del Consultorio 14 en el
municipio de Habana del Este, explicó que muchos indigentes no tienen
familiares y necesitarían ser internados de por vida. “Nos cuesta atender a
estas personas que pertenecen a nuestra posta médica, muchos son ancianos que
no tienen familiares ni reciben atención de ninguna institución paralela, en
realidad lo que necesitan ellos es ser internados para un mejor cuidado de su
salud”, agregó.
Uno de esos ancianos que deambula por toda la
ciudad es Rogelio. Se le puede ver tanto en un parque céntrico en el Vedado
como en los barrios más recónditos a las afueras. “Soy jubilado del transporte
desde hace más de 15 años y desde entonces me dedico a la recogida de latas en
diferentes sitios y centros nocturnos. Con más de 42 años de trabajo no tengo
donde vivir, por eso hoy me quedo aquí y mañana allá”, cuenta.
Ahora trata de esconderse de los ojos de la policía
y las brigadas médicas que inspeccionan las calles. No quiere ir a un centro de
internamiento porque prefiere “tener independencia”.
Xiomara Kindelán coincide con él. Su hermano de 69
años fue recluido en uno de esos centros temporales mientras ella no se
encontraba en la vivienda. “Verdaderamente él deambula”, refirió, “pero si me
hubieran dicho que lo controlara para que no saliera de la casa por varios
días, lo habría hecho sin problema, en definitiva es mi hermano menor”.
Vecinos de la calle Monte, en el municipio de La
Habana Vieja, vieron cuando empleados de Salud Pública se acercaron a varias
personas que mendigaban en las calles y los montaron en una guagua.
Un trabajador de Servicios Comunales en el área
afirmó que desde horas tempranas del lunes la redada ha sido masiva: “No he
visto cosa igual y eso que llevo años trabajando aquí, toda persona que les
olía a mendigo ellos lo montaban en una guagua a la fuerza, muchos son ancianos
que viven en el área que tienen hijos y nietos que se dedican a su cuidado”.
Reinier López, residente en Monte, esquina Ángeles,
dijo estar enfurecido porque se llevaron a su abuelo “como si fuera un perro de
la calle”. “No estoy de acuerdo con estas acciones, soy un joven preparado y
desde hace cinco años me dedico a mi trabajo, a mi casa y al cuidado de mi
abuelito de 78 años, ahora que esté en un lugar para personas con trastornos
mentales no es lo adecuado cuando tiene familiares que lo cuiden”, argumentó.
Pese a que estas medidas nunca se anunciaron oficialmente,
algunos deambulantes emigran a barrios más apartados, mientras que los
familiares de otros los albergan momentáneamente hasta que finalmente Obama se
despida de la Isla y la vida vuelva a la normalidad.
Este artículo fue publicado originalmente en
14yMedio.comReinier López, residente en Monte, esquina Ángeles, dijo estar
enfurecido porque se llevaron a su abuelo “como si fuera un perro de la calle”.
“No estoy de acuerdo con estas acciones, soy un joven preparado y desde hace
cinco años me dedico a mi trabajo, a mi casa y al cuidado de mi abuelito de 78
años, ahora que esté en un lugar para personas con trastornos mentales no es lo
adecuado cuando tiene familiares que lo cuiden”, argumentó.
Pese a que estas medidas nunca se anunciaron
oficialmente, algunos deambulantes emigran a barrios más apartados, mientras
que los familiares de otros los albergan momentáneamente hasta que finalmente
Obama se despida de la Isla y la vida vuelva a la normalidad.
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