Bar Miami: la
síntesis perfecta de la guarapita en La Guaira
Una corta
visita a un pequeño lugar de tránsito llamado Bar Miami revela y saca a relucir
una de las más refinadas guarapitas de toda la costa venezolana
FOTOS: ALEJANDRO
CREMADES
Andres González
Camino @androsval
Un milimétrico local
de la Av. Carlos Soublette de La Guaira, Estado Vargas, y que que vive a costa
del tránsito local y de los vecinos del Litoral Central lleva el nombre de Bar
Miami. Un poco después de la Casa Guipuzcoana se expende en este lugar una
cuidadosa guarapita: el elixir criollo y etílico más respetado en lo que a
frutas se refiere y que pasa por una rigurosa atención que no puede ser jamás
revelada. Hay un hallazgo que no muchos tienen en cuenta y es este peculiar establecimiento
en plena Guaira.
El lugar es atendido
por su propio dueño, Requena, cuyo abuelo compró el lugar hace aproximadamente
cincuenta años. “Así como usted lo ve, este sitio permanece intacto”, afirma
Requena, riguroso entre el ajetreo y el
despacho en su barrita: a dos cincuenta un vaso de guarapa guaireña.
¿Cuál guarapa podría
elegir uno de los 25 sabores? No es posible, por razones de logística tenerlos
disponibles en un solo día, pero por enumerar algunos, nos explica el dueño que
se surten de parchita, guanábana, coctel de frutas, flor de Jamaica, durazno o
melocotón, cacao, café, coco, naranja, mora, fresa, níspero, papelón con limón,
guayaba, entre otros. “No se compra cualquier tipo de fruta para la
elaboración, que también es un proceso sumamente minucioso. No te voy a decir
cómo lo hago. Aguardiente blanco y fruta especial son parte de la esencia”.
Una de las virtudes
de esta promisoria oferta es que se puede probar el producto sin compromiso
para así decidir el sabor que se quiere comprar.
Existe un mal
concepto, según cuenta el dueño, en la que se asume la guarapita de Parchita
como el estándar criollo de la bebida. “Con el tiempo la gente se ha confundido
y cree que la original es la de parchita. El origen de la guarapita es la que
se prepara con papelón con limón. Se distorsionó el asunto, pues la parchita es
de las frutas más abundantes y populares”.
“Guaireño de La
Guaira ¿Y de dónde más?” exclama un concurrente meneando su vasito respectivo
con un trago de guanábana. Olvidémonos de la habitual litrona playera de
cualquier caserío en las costas de nuestro país. Esas que son brumosas y de
difícil proceso “gastroetílico”, por así decirlo y que poseen mucho residuo.
En Bar Miami está la
síntesis perfecta de la disolución líquida hecha guanábana y aguardiente. Para
dar una sugerencia inmediata o un ejemplo de lo que pudimos degustar: una
excepcional guarapita de Flor de Jamaica. Y la de Canela es un perfecto
digestivo que hará procesar a cualquiera el “atracón” de un respetable almuerzo
playero.
Para hacer esta
parada sugerida para los degustadores de las espirituosas bebidas criollas se
debe circular lenta y cuidadosamente en el recorrido al momento de precisar
este diminuto lugar que, de manera disimulada, representa un patrimonio del
Litoral Central.
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