lunes, 3 de octubre de 2016

MAESTRÍA Y CARISMA DERROCHÓ LA DIMENSIÓN ORIGINAL EN EL TERESA CARREÑO



Espectacular concierto por su 44 aniversario

MAESTRÍA Y CARISMA DERROCHÓ  LA DIMENSIÓN ORIGINAL EN EL TERESA CARREÑO

Texto: Eduardo Parra Istúriz
Fotos: Ances
Caracas, Prensa Produacción. Este domingo la Dimensión Latina – Los Generales de la Salsa llenó de alegría la máxima sala de conciertos de Caracas al celebrar sus 44 años con un fabuloso concierto en el Teatro Teresa Carreño.

La Ríos Reyna fue el escenario que además sirvió de plataforma para la presentación de su nuevo disco “A Puño Cerrado”, producción grabada en Cuba y que representa un importante hito en la dilatada carrera de la agrupación.

Las entradas se habían agotado desde el sábado y la pasión por ver de cerca a este grupo histórico hizo que el hall del teatro se viera completamente lleno desde las 3 de la tarde.

A las 5 dio inicio al recital con el cubanísimo sonido de Manolito Simonet y su Trabuco, quien desde su entrada al escenario puso a la gente a gozar. La presencia de Ricardo Amaray, vocalista del Trabuco, así como el invitado de Pupi y los que Son Son, El Noro, hicieron vibrar la timba al máximo.

Los antillanos forman parte de los artistas que participan en “A Puño Cerrado”, de La Dimensión. En la primera parte el éxtasis llegó con el tema “Locos por mi Habana”, que los presentes corearon gustosamente.

Y ARRANCA EL SABOR CRIOLLO
Tras cuatro temas a cargo de Simonet, el escenario estaba servido para Los Generales de la Salsa, quienes iniciaron con los temas clásicos de la agrupación, calentando los motores para mostrar los temas del nuevo disco. La Dimensión presentó un frontal conformado por Rodrigo Mendoza, Vladimir Lozano y José Rojas “Rojitas”.
 
La sección rítmica estuvo liderada por el clásico chapeo de Elio Pacheco y José Rodríguez, mientras que la sección de metales apareció reforzada con cuatro trombones entre los que destacaba César Monge, director y arreglista del conjunto.

Ellos seis portaban regios trajes vinotinto, mientras que el resto de la agrupación vestía de azul, destacándose así a los 6 miembros históricos de la agrupación, quienes reivindican con su presencia que son la genuina Dimensión. Se trató de un detalle -entre muchos- que revelaron que el evento fue cuidadosamente preparado.

Durante el desarrollo de los temas de “A Puño Cerrado” fueron apareciendo en escena cantantes invitados como los mencionados, El Noro y Amaray, quienes grabaron en ese CD, que contiene siete temas cubanos y otros tantos del repertorio clásico de Los Generales de la Salsa. También se incorporó un cuerpo de baile que llenó de colores el escenario.

Entonces vino el bautizo del nuevo disco, para el cual se acercaron a la tarima Manolito Simonet otros representantes de los sellos disqueros que produjeron la más reciente obra. El bautizo fue emotivo y durante el mismo se reconoció la dilatada carrera de Vladimir Lozano.    

De pronto hubo silencio, y oscuridad total. Durante unos segundos la expectativa del público pasó del silencio a un murmullo, que se convirtió en carcajadas cuando los fundadores de la orquesta salieron a escena ataviados con canosas barbas postizas y bastones. Llevaban en silla de ruedas a uno de ellos, e hicieron un breve pero jocoso número de comicidad para cantar “Más viejo que ayer” uno de los temas cubanos. También cantaron “Seis semanas”, “El son de la madrugada” y se abrió el espacio para que la voz de Vladimir Lozano interpretase “El breve espacio”, composición de Pablo Milanés.

La gente no paraba de pedir Taboga, tema popularizado por la Dimensión, y cuando comenzaron los acordes el público no pudo contener su emoción. Un enorme coro de más de 2 mil 300 personas demostró un largo amor, de más de 4 décadas, por sus artistas.

Lo mismo pasó cuando Rodrigo Mendoza abordó el clásico Llorarás, tema grabado originalmente por Oscar D' León pero que Mendoza hizo suyo desde que ingresó a la agrupación en 1977. En este tema regresaron a escena los músicos del Trabuco, con lo que la orquesta de trombones incorporó trompetas y saxo. Prácticamente se convirtió en un big band, con un sonido impresionante.

Con este tema se despidió la noche, dejando un exquisito sabor de boca a críticos, bailadores y melómanos, quienes expresaron su alegría por ver de nuevo a sus ídolos de tantos años, y especialmente por la renovación del repertorio, que a pesar de ser cubano, nunca traicionó la esencia del sonido original de la Dimensión.

El afinque se seguirá escuchando en el país, y hay propuestas para repetir la experiencia en el interior. Tras esta exitosísima presentación de “A puño cerrado”, los muchachos de Monge harán otro tanto en el Cabaré Tropicana de La Habana, Cuba, el 22 de noviembre.







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