[Abraham Monterrosas Vigueras]
Judy Edwards siempre tuvo problemas para ir al
baño. Luego de acudir con varios médicos en su natal Utah, en 2011 uno de ellos
le recomendó apoyar los pies en un taburete mientras permanecía sentada en el
inodoro. Así, podría elevar las rodillas y facilitar la evacuación. Pensó que
sería una buena idea, pero se encargó de perfeccionarla.
Con el tiempo, al entrar con el taburete al baño,
Judy le comentó a su esposo que el material era pesado y resultaba un tanto
incómodo. Se le ocurrió que podría cortarse de un lado para adaptarse a la
forma curva del inodoro y así tener mejor apoyo.
Judy pidió ayuda a uno de sus hijos, Bobby, para
hacerle los cambios necesarios al taburete. Al ver lo funcional que resultaba,
decidieron compartir su idea con familiares y amigos… sin imaginar que estaban
ante un invento que los haría millonarios.
UNA GRAN IDEA
“No había nada en el mercado que nos ayudara a
solucionar ese problema. Así que lo hicimos”, comentó Judy a la NBC. Con una
inversión inicial de 30 mil dólares, la familia mandó a fabricar 2 mil de estos
taburetes especiales y, para hacerlos aún más ligeros y accesibles, cambiaron
la madera por plástico. También abrieron un sitio web y redes sociales.
A decir de Bobby, la postura en cuclillas es la
forma correcta como el ser humano debería de ir al baño. “El músculo
puborrectal crea un pliegue natural para ayudar a mantener la continencia.
Squatty Potty ayuda a relajar este músculo para una evacuación rápida y fácil”,
señala el portal oficial de la marca.
Solo les faltaba un nombre para su invento.
Inspirados en los tradicionales agujeros en el suelo que se utilizan en China
como baños, bautizaron su producto como Squatty Potty. De hecho, crearon un
extraño pero efectivo comercial que publicaron en Internet y donde explican lo
anterior. Da clic para verlo.
Decidido a vender este invento, Bobby regaló
taburetes a diversos medios de comunicación y blogueros de salud. En poco
tiempo, el Squatty Potty estaba siendo mencionado tanto en las redes sociales
como en programas de televisión estadounidenses.
Para continuar su estrategia de venta, el hombre
llevó este producto al show Shark Tank, en el cual las personas exponen sus
inventos ante un grupo de empresarios con el objetivo de convencer a alguno de
ellos para financiar su idea.
El invento cautivó a los magnates, quienes
invirtieron 500 mil dólares en su producción y distribución. Tras su aparición
en TV, los Squatty Potty recaudaron más de 1 millón en ventas.
Ahora, el Squatty Potty se vende y envía a todo
Estados Unidos. Foto: Instagram.com/squattypotty
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