Qué es un satélite cuántico
y por qué China acaba de lanzar el primero en la historia
El proyecto tiene dos objetivos fundamentales:
buscar el modo de realizar la teletransportación de manera efectiva, y que los
datos transmitidos sean imposibles de interceptar.
Por Agencia
EFE
China
lanzó este martes el primer satélite mundial de telecomunicación cuántica, el
QUESS, con el que los científicos quieren explorar un fenómeno que hasta hace
poco parecía reservado a las películas de ciencia ficción: la teleportación.
El QUESS,
siglas en inglés de "Experimentos con Cuantos a Escala Espacial",
partió a la 01.40 de la madrugada de hoy (17.40 GMT del lunes) desde el centro
de lanzamiento espacial de Jiuquan, en el desierto de Gobi (noroeste de China).
El
objetivo de este satélite es experimentar con la comunicación cuántica -basada
en cambios de estado de partículas subatómicas como los fotones- que en la
práctica podría tener dos grandes usos: un sistema de transmisión de datos más
rápido que los actuales e imposible de interceptar, y la mencionada
teleportación.
Ésta
última investigación se basa en el concepto de "cuantos
entrelazados", según el cuál dos fotones ligados entre sí reproducen sus
cambios cuánticos -por ejemplo, si uno es girado el otro también- aunque estén
a larga distancia (teóricamente, incluso en dos extremos opuestos del
universo).
El equipo
científico chino que desarrolla estos experimentos, dirigido por el físico
cuántico Pan Jianwei y el ingeniero espacial Wang Jianyu, ha conseguido
comprobar esto en tierra, a distancias de 100 kilómetros, pero a través del
QUESS intentará demostrar esta posibilidad a mayores distancias, superiores a
los mil kilómetros.
"La
teleportación parece magia, pero puede convertirse en algo tan simple y común
como la televisión en el futuro", aseguró el ingeniero Wang en
declaraciones que hoy cita el diario
Comprobar
las posibilidades del teletransporte no será sencillo, y para ello el satélite
y los centros de control de éste, en Pekín, Xinjiang (noroeste del país) y
Tíbet (suroeste), deberán transmitir fotones con una precisión de relojero.
Los
controladores del QUESS tendrán que mostrar su mejor puntería para enviar
fotones desde el aparato, que orbita a 500 kilómetros de altura, a un
telescopio en la Tierra con apenas un metro de área.
Igual
dificultad tendrá el proceso inverso, en el que el satélite deberá interceptar
fotones enviados desde la superficie terrestre mientras orbita a una velocidad
de entre 7.000 y 8.000 kilómetros por hora.
El
estudio de la teleportación es atractivo pero tanto o más importante para los
científicos chinos es que la nueva misión contribuya al desarrollo de una
comunicación cuántica basada en fotones que sería imposible de interceptar por
espías o piratas informáticos, a diferencia de la convencional, basada en
electrones.
Siguiendo
los mismos principios de la física cuántica, al transmitir un cambio de estado
-cuanto- del fotón, es imposible desencriptarlo sin modificarlo, por lo que
cualquier intento de interceptación antes de llegar al destinatario sería
descubierto al instante.
Esta
comunicación segura podría tener importantes usos militares, por lo que el
Ejército chino intentó monopolizar el desarrollo de esta misión espacial,
aunque Wang y Pan insistieron en darle un perfil más científico y civil al
proyecto, según contaron en una reciente entrevista a la publicación científica
"Nature".
También
apuntaron que el nuevo satélite cuántico es la primera misión espacial en la
que China no intenta imitar lo que otras naciones lograron años o décadas
antes, sino que busca innovaciones propias.
"Es
nuestro primer paso por delante del resto en el espacio", declaró Wang al
South China Morning Post.
EE.UU.,
Europa o Japón ya han experimentado con comunicación cuántica en superficie, pero
China, que también ha comenzado a desarrollar una red de transmisión de este
tipo entre Pekín y Shanghái, es el primero que lleva la investigación al
espacio, lo que abre la puerta a nuevos avances y estimula la imaginación.
"El
satélite buscará un universo diferente del de Einstein, (...) en el que la
información puede teleportarse de una galaxia a otra más rápido que la
velocidad de la luz, donde internet no puede ser hackeado y donde una
calculadora puede ser más rápida que el superordenador más veloz del
mundo", destacó hoy la prensa china.
Frente a
la euforia, algunos expertos del país, como el matemático Dai Yuhong, compañero
de los "padres" del proyecto en la estatal Academia China de
Ciencias, han advertido sobre los peligros que los grandes avances cuánticos
podrían esconder.
"La
tecnología cuántica puede ser un monstruo si no sabemos como controlar su
poder", señaló Dai a finales de 2015, cuando las investigaciones de Wang y
Pan, iniciadas en 2008, comenzaban a recibir premios nacionales e internacionales.
No hay comentarios:
Publicar un comentario