Un gentío bailo, bebió y se metió un rumbón de
amistad
“Carneiro” si Vargas
conmigo ¿Quién contra mí?
Armando Solórzano
Bebían encapillados
sí, pero a la hora de marchar al Cesar´s, un rio magnifico de risas y alegría
acompañaron a Dios Dado Cabello hasta el buque insignia, el estadio Cesar
Nieves (por ahora), pues el gobernador anuncio que la próxima cita, será en el
estadio de los tiburones.
La tarde comenzó
lenta, Antonio Amundaraim nos cito a la 1, pero la tarima estaba sola, luego
comenzaron a llegar los grupos, aprovecho para denunciar un atropello, a la
gente la obligaban a bailar meneando el que te conté (yo las vi) ¡Por Dioooss! Que
sacrificio y así caminé, probando guarapas, canelita, anís y no sé qué otra
cosa y quisiera preguntar ¿es que todas esas mujeres eran lindas? O el alcohol
me hacía daño.
Digo, porque de
verdad, la mayoría lo que estaba eran buenas…. tardes, me decían y yo foto y
foto.
Un grupo de
reporteros jodedores, cámara en mano y
algunos escotes seductores, no sé; pero creo que el rojo liga con lo que le
pongan pechos morenos o blanquiiitos, como los quiera Ud. y aquellos jeeeans, grupos
aquí y allá todo el mundo pasándola bien, encontrándose, queriéndose, abrazados
y melodía en boca, o sea respirable, la espera no se hizo insoportable, pero el
arribo del carismático líder, desato la “Cabello manía” con lo que la caminata
hasta el vetusto Cesar, se hizo rápida y la entrada al renovado estadio
apoteósica, me contaron (mi rodilla derecha, esta lesionada), así que preferí
quedarme con unos panas en el “Cañazo” por prescripción facultativa y además
estoy muy viejo para maratones (ya tenía mis fotos, espero les gusten), de lo
bueno poco.
Bebían encapillados
sí, pero a la hora de marchar al Cesar´s, un rio magnifico de risas y alegría
acompañaron a Dios Dado Cabello hasta el buque insignia, el estadio Cesar
Nieves (por ahora), pues el gobernador anuncio que la próxima cita, será en el
estadio de los tiburones.
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