Una heladería
cartagenera con esencia caraqueña
Eudomar Chacón
La venezolana María Nevett Gimón es dueña de
Gelatería Paradiso, uno de los locales más famosos de Cartagena de Indias.
Foto: Guillermo Vogeler
Ella fue para esa ciudad y quedó enamorada. Un
amigo le insistía en que debía conocerla, “porque me iba a fascinar… y fue
así”. La primera vez que la caraqueña María Nevett Gimón visitó Cartagena de
Indias –en 2009–, la cautivó el gran atractivo de esa urbe. Por eso decidió
volver, pero no como turista, sino como emprendedora, “porque a pesar de ser
tan hermosa, me di cuenta que no tenía heladerías”. Fue así como en 2010
inauguró un sueño: Gelatería Paradiso.
¿Por qué una politóloga que cuenta en su currículo
–por solo mostrar un botón– con ser asesora del segundo gobierno de Carlos
Andrés Pérez decidió dedicarse a lo gourmet? Bueno, eso poco importa. La verdad
es que cuando se asumen grandes retos, mayores son las recompensas.
Claro, los desafíos traen dificultades, y la
primera que se le presentó a Nevett fue el tener que mudarse a Colombia, pues
eso no estaba en sus planes. “Yo pensaba abrir mi local y regresarme a Caracas
para manejarlo desde allá, pero la situación país me obligó a quedarme”.
Maria Nevett Gimón, dueña de Gelatería Paradiso
Foto: Guillermo Vogeler
Por otro lado, en su inocencia pensaba que los
problemas que venían con la apertura de un negocio eran casi inexistentes. “No
fue así. Comencé a lidiar con un montón de trámites administrativos y legales;
demasiadas cosas para una persona que no sabía nada”.
También estaba el hecho de que conocía muy poco
sobre el arte de preparar los postres, así que contactó al heladero argentino
Emilio Scannapieco, quien le enseñó cómo fabricarlos.
Además de la experticia que adquirió con
Scannapieco, la caraqueña se enfocó en hacer que su propuesta fuera única, así
que decidió trabajar únicamente con frutas naturales de la zona y sin
ingredientes artificiales.
Entre los sabores que ha creado –más de 100, aunque
en vitrina solo hay 24– destaca el de mamón. “Es todo un arte prepararlo. Somos
los únicos que hacemos este tipo de helados, lo cual resulta atractivo al
turista y al cartagenero”.
La buena cosecha
“Le doy gracias a Dios porque desde el principio tuve
mucho éxito. Venían demasiadas personas. Una muchacha me ayudaba, hacíamos los
helados en la madrugada y estábamos abiertos casi todo el día. Era una locura”.
La heladería se volvió tan exitosa que comenzaron a
buscar a Nevett para que llevara sus postres a eventos sociales. A tan solo
seis meses de la inauguración, se mudó a un local más grande.
Y desde sus inicios hasta ahora, ha sido la
encargada de homenajear a personalidades de la talla de Barack Obama, Bill
Clinton, Ban Ki-moon, Susan Sarandon, Juan Manuel Santos y su esposa, María
Clemencia de Santos.
Nevett y la actriz de Hollywood Susan Sarandon
El humorista venezolano Luis Chataing también se ha
deleitado con los helados
María Nevett Gimón y Maria Clemencia de Santos
Bill
Clinton y Maria Nevett Gimón
María Nevett Gimón y Barack Obama
Gelatería Paradiso la ayudó a recibir su
nacionalidad colombiana, a obtener el título de “Hija adoptiva de la ciudad”
–otorgado por la alcaldía de Cartagena– y a poseer las llaves de la metrópoli
costeña.
Y lo más importante es que el negocio no solo
cumple fines empresariales, sino también un rol social, pues los empleados de
Nevett son ciudadanos desplazados de la violencia. “Sentí que esa era mi forma
de ayudar a un país que se ha portado tan bien conmigo”.
El día a día
Esta venezolana confiesa sentirse fascinada con
Cartagena de Indias. Le gusta resaltar las flores, el turismo, los vendedores
ambulantes de aguacate, las casas, las calles, la playa… todo. “Este lugar
tiene un desarrollo importante en materia cultural, y me alegra pertenecer a
todo esto”.
Es que hasta medios de renombre internacional, como
el New York Times, han reseñado la labor de esta criolla. Ella, sin duda, es
una de tantos coterráneos que se han encargado de dejar el nombre del país en
alto. “Nosotros somos valientes, esforzados, animados. Ya es común enterarse de
venezolanos exitosos”.
Y aunque extraña Venezuela, confiesa que mientras
esta “Tierra de gracia” no mejore, es muy poco probable que ella vuelva. Sin
embargo, en su corazón está el deseo de abrir una sucursal de Gelatería
Paradiso en Caracas. Seguramente va a ser todo un desafío, pero, como ya se
escribió arriba: “cuando se asumen grandes retos, mayores son las recompensas”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario