¡Qué pelea dieron Salido y Vargas!

¡Qué pelea dieron Salido y Vargas!

De Arturo Sacramento | Contra las cuerdas –

. Fotos cortesia Zanfer

Francisco “Bandido” Vargas y Orlando “Siri” Salido dieron una gran pelea, que muy probablemente sea una de las candidatas a contienda del año, la noche de este sábado en Carson, California, y que dio como resultado un empate. Las puntuaciones de los jueces fueron: 114-114, 114-114 y 115-113, con lo que Vargas retuvo su campeonato Súperpluma del Consejo Mundial de Boxeo (CMB).

El pleito fue una verdadera guerra de principio a fin. Ambos con su estilo de choque de ir para adelante no dieron respiro a su oponente los 36 minutos del combate, sin importarles la cantidad de golpes que recibían porque su única meta era conectarle el mayor número de veces a su rival, sin importar los que recibieran en su intento de ir hacia el frente.

Los primeros dos rounds fueron para Vargas, quien con base en combinaciones al cuerpo y al rostro impuso condiciones. Después de terminados los primeros seis minutos todo hacía pensar que era cuestión de tiempo para que Salido perdiera y quizá hasta por nocaut.

Por el contrario el sonorense dio muestras de su calidad y no solamente emparejó la confrontación, sino que por momentos parecía que podía convertirse en el nuevo monarca de las 130 libras.

El Siri demostró una vez más que es un valiente del cuadrilátero. Los siguientes tres episodios fueron para el sonorense quien no daba respiro al “Bandido”, que no daba crédito a lo que sucedía, además de que sufrió una cortada de la comisura del ojo, lo que provocó preocupación en su esquina.  Hubo un gran trabajo sobre la herida que evitó cualquier susto, a pesar de que en un par de ocasiones fue llevado al médico para que lo revisara.

La intensidad de la riña nunca descendió a pesar de que por momentos los boxeadores parecían que con tantos golpes su resistencia se acabaría; sin embargo, la gran condición física con la que llegaron les permitió aguantar el ritmo de contienda.

Los últimos tres minutos fueron trepidantes. Ambos estaban conscientes que ese round podía ser determinante en el resultado final. Esto provocó que se diera un nuevo intercambio de golpes en el centro del cuadrilátero.