El triunfo de las
atletas italianas negras deja en ridículo la xenofobia del ministro Salvini
Agencias,El HuffPost
mar.
Se llaman Raphaela
Lukudo, Maria Benedicta Chigbolu, Libania Grenot y Ayomide
Se llaman Raphaela
Lukudo, Maria Benedicta Chigbolu, Libania Grenot y Ayomide Folorunso. Sus
apellidos no suenan mucho a italiano y el color de su piel es más oscuro que el
de los tradicionales oriundos del país de la bota, pero es esa bandera, la de
Italia, la que han defendido en los Juegos Mediterráneos que se han disputado
en Tarragona. Y con victoria: las cuatro atletas se han impuesto en la prueba
de 4x400 de relevos, desafiando con su gesta el racismo que destila el nuevo
ejecutivo de Roma y, en especial, su ministro del Interior, Matteo Salvini.
Según informa La
Gazzetta dello Sport, Lukudo nació en Caserta (Campania) y es descendiente de
sudaneses; Benedicta Chigbolu es romana (de madre italiana y padre nigeriano),
Grenot nació en Cuba y se nacionalizó tras casarse con un italiano y Folorunso
nació en Nigeria y se mudó a Italia con sus padres cuando tenía apenas siete
años.
Chigbolu subió la
foto a su cuenta de Instagram y ha corrido como la pólvora en redes sociales,
donde muchas personas han utilizado la imagen para reivindicar la Italia
multicultural. Lo han hecho utilizando de forma crítica el eslogan de campaña
de la Liga, el partido xenófobo que encabeza Salvini: "Los italianos
primero". En las redes, las etiquetas #PrimeroLasItalianas, o
#LasItalianasPrimero se viralizó.
Sin embargo, más
allá de esa oleada de apoyo a las deportistas, también se desató un cruce de
acusaciones de racismo, entre exponentes de la cultura y la política. Como
informa la agencia ANSA, El Partido Democrático (PD), de centroizquierda, y el
escritor Roberto Saviano...
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