Mira lo que te harán
en el pene los nuevos lavabos
Dos
jóvenes valencianos han creado el urinario del futuro, el Mingitorio 2.0, un
sistema que lava y seca el pene después de usarlo.
Los nuevos urinarios serán mucho más higiénicos
para el usuario.
El avance de la tecnología hace que los nuevos
inventos parezcan sacados de las películas de ciencia ficción. Lo demuestra el
urinario del futuro, el Mingitorio 2.0’ un lavabo creado por dos jóvenes
valencianos en el que han estado trabajando más de dos años y medio y que lo
consideran el lavabo más higiénico del mundo. Este nuevo sistema es muy
parecido al urinario de pared tradicional, pero con una particularidad que lo
hace único: lava y seca el pene.
Iván Giner, economista de 27 años y Eduard
Gevorkyan, bioquímico de 23 años, tienen la patente mundial de este nuevo
sistema que podría estar presente en bares o centros comerciales muy pronto. De
momento, los dos creadores dispondrán del primer prototipo en un mes. En una
entrevista a la Cadena SER han explicado que el Mingitorio 2.0, además de estar
compuesto de materiales reciclables, “reduce el gasto de agua del
establecimiento”.
Una empresa holandesa ya ha ofrecido 300.000 euros
por la patente.
Una empresa holandesa ya ha ofrecido 300.000 euros
por la patente.
¿CÓMO FUNCIONA EL MINGITORIO 2.0?
Muchos se habrán preguntado cuál es el mecanismo
que hace que un urinario pueda lavar y secar el pene de cada uno de los
usuarios. Pues bien, Giner lo explica en la misma entrevista. “Hay dos sensores
en la parte superior del urinario que activan, cuando acabas de ir al servicio,
un difusor de agua vaporizada, suave y enjabonada cuya temperatura varía en
función de la temperatura en la que se encuentre el establecimiento”.
El invento ya ha generado interés internacional,
tanto que los dos protagonistas han recibido suculentas ofertas. Una de ellas,
la de una empresa holandesa, quienes ofrecieron 300.000 euros por la patente.
Giner y Gevorkyan han rechazado todas las ofertas puesto que creen en las
posibilidades de un producto cuya patente podría valer mucho más.
Los dos jóvenes valencianos también están
estudiando la posibilidad de crear un sistema similar para el público femenino.
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