La información
farmacéutica es sensiblemente diferente a la real. Los medicamentos tienen una
fecha de caducidad más prolongada a la indicada.
Belz Sociedad 31
De la caducidad real de los medicamentos a los
indicados por las farmacéuticas.
Un médico y profesor estadounidense : Richard
Altschuler y su teoría recién comprobada sobre la caducidad de los
medicamentos, pone de manifiesto lo irreversible de la prescripción ligada a la
expiración de sus efectos.
La pregunta es concreta ¿Tiene alguna validez la
fecha de vencimiento que figura en los medicamentos?
Si por ejemplo en un frasco de Tylenol dice “No
ingerir después de 2016 y estamos en Julio de 2017.
¿Se podría tomar el medicamento? ¿O lo deberíamos
eliminar? ¿Nos va a causar daño si lo tomamos? ¿O simplemente ya perdió su
efecto y no va servir de nada?
En pocas palabras, ¿son los laboratorios
farmacéuticos lo suficientemente prudentes y honestos con los ciudadanos
enfermos o aquejados de dolencias puntuales, incluyendo una fecha inexacta de
vencimiento del producto, o es simplemente una estrategia comercial para
eliminar obligatoriamente el medicamento “caducado”, que aún podría cumplir su
función, y así inducir al consumidor a comprar uno nuevo que lo sustituya ?
Richard Altschuler afirma que hay serias dudas al
respecto de las preguntas formuladas anteriormente, después que su suegra le
dijera “no significa nada la fecha de vencimiento” al observar que ella estaba
tomando Tylenol procedente de una partida enfrascada de hacía más de cuatro
años.
Nuestro doctor le ofreció un vaso de agua a su
suegra para tomarse dos cápsulas del supuesto “veneno” para el dolor de
espalda, con las consiguientes reticencias éticas, pero sin poder disuadir a la
señora de ingerirlas. Media hora después el dolor había desaparecido, lo que
produjo la ajena sensación de que una vez más se había manifestado en la
paciente un efecto placebo.
De regreso a Nueva York el Doctor Altschuler se
inició en una investigación de la literatura médica y base de datos en un copiosos
vademécum, para encontrar la respuesta sobre la utilidad real en la fecha de
vencimiento de los medicamentos, logrando discernir una respuesta concluyente,
amén de sospechar que los laboratorios infringen con sus advertencias una ley
inadmisible en el mercado, es decir, engañar o no decir toda la verdad sobre
los productos que lanza y posiciona en un mercado muy susceptible con la salud
y sus consecuencias.
Uno: la fecha de vencimiento requerida por ley en
USA comenzó en 1979, especificando solo la fecha de manufactura, garantizando
la seguridad del efecto del medicamento, sin que significara por cuánto tiempo
el medicamento era “bueno y provechoso” para su uso.
Dos: las autoridades médicas dijeron que era seguro
usar los medicamentos después de su fecha de vencimiento, inhibiéndose de
advertir que pudieran hacer daño o por último producir la muerte, dado que no
es necesario establecer una alarma innecesaria y presuntamente no respaldada
por las autoridades sanitarias que los recetan.
Estudios, aparentemente contundentes, muestran que
los medicamentos pueden perder su potencia curativa con el tiempo, entre el 5%
o menos como mínimo, hasta el 50% aproximadamente cuando más lejano se halle de
haberlo producido, sin especificar claramente que son muchos los análisis que
han corroborado que después de 15 años, después de la fecha indicada a su falta
de efectividad reseñada en el frasco o cápsula de su contenedor plástico, la
mayoría de los envasados conservan intacta su potencia original.
Por lo expresado anteriormente, sería aconsejable
pensar que si la vida depende de la potencia 100% del fármaco y ha expirado,
será mejor conseguir una nueva dosis actualizada y reciente para evitar dudas y
que el cerebro trabaje en contra, pero si lo que se padece es un dolor de
cabeza, un resfriado o un cólico menstrual, podría decirse e interpretarse que
tomar un medicamento expirado no va a perjudicar la decisión de hacerlo,
comprobando así que es lo que ocurre en su organismo.
Y a las pruebas habrá de remitirse cuando hace 15
años se realizó un estudio por parte del ejército de EEUU, reuniendo
medicamentos caducados por un valor cercano a los mil millones de dólares, que
fueron recetados y consumidos por los contingentes de personal enfermados en
algun momento, no mostrándose rechazo y si la naturaleza benigna para los que
fueron concebidos. Posteriormente la Agencia de Medicamentos y Alimentos (FDA)
condujo el estudio de más de 9.000.000 de medicamentos diferentes con receta o
sin ella, mostrando resultados que evidenciaban que más del 90% del extenso
catálogo farmacéutico son seguros más allá de su fecha de caducidad y como mínimo
hasta los 15 años posteriores de haberlos envasado.
Comprobados los indiscutibles resultados, el responsable
del programa, Francis Flaherty de la FDA, concluyó que la fecha indicada por la
industria farmacéutica no tiene sustento alguno para remarcar si el medicamento
no puede ser usado después de la fecha de vencimiento, aconsejando a dichos
laboratorios que no tergiversen la información de utilidad.
La fecha de vencimiento no significa y ni siquiera
sugiere que el medicamento dejará de ser efectivo después de ésta, ni tampoco
que será nocivo. También afirman los especialistas de estas investigaciones que
los fabricantes citan la fecha de vencimiento o caducidad por razones meramente
comerciales, y no por razones científicas, lo que tampoco excluye para añadir
que no es rentable tener en las repisas de las farmacias con productos
etiquetados hace 15 años.
La FDA advierte claramente que no hay evidencias
suficientes del estudio, que medicamentos evaluados en combate, para concluir
que las mayorías de los medicamentos conservan su potencia beneficiosa hasta 10
años después de la fecha de vencimiento, sin producirse alteraciones en sus
composiciones y mezclas.
No obstante a lo leído hasta el presente, Joel
Davis (ex jefe de la sección de caducidades de medicamentos de la FDA) dice que
existen algunas excepciones que deben alertarse previsiblemente y ser testadas
por indicaciones de los especialistas cuando se trate de nitroglicerina,
insulina y algunos antibióticos en forma líquida.
“La mayoría de medicamentos se degradan muy… muy
despacio”, coinciden los investigadores, por lo que es posible tomar un medicamento
que está guardado en casa, por años… muchos años más de las alertas impresas en
los envases.
En el caso de la Aspirina, BAYER AG indica de 2 a 3
años como fecha de vencimiento, para su consumo, sin embargo Chris Allen,
vicepresidente de la unidad de Aspirina de BAYER, aclara profesionalmente que
la fecha de vencimiento es un “poco conservadora”, admitiendo que la acción de
la aspirina tras 10 años de su “empaquetado” no pierde un ápice de su
efectividad, mostrándose un interés por parte del laboratorio en seguir
mejorando los envoltorios que contienen un producto realmente beneficioso en
muchos rangos de la salud.
El doctor Jean Carstensen, profesor emérito de la
Escuela de Farmacia de la Universidad de Wisconsin ha estudiado la Aspirina
después de 15 años, afirma expeditivamente que si la Aspirina está producida
mediante un control estricto en sus procesos, es muy estable y no pierde
propiedad alguna, al igual que sucede con Alka Seltzer y muchos de esos
millones de dólares que ante la duda se echan a la basura todos los años.
Conclusión definitiva: Los medicamentos caducados,
salvo los observados en esta literatura, NO SON VENENO, siguen y pueden ser
usados después de la fecha que alarmantemente consta en una etiqueta con un
código de barras del proveedor al que puede hacerse un seguimiento después de
muchos años, más de 15 ejercicios anuales para ser prudentes, dentro de una
exactitud que pudiera muy bien ser prolongados si somos capaces de asimilar las
propiedades químicas que impiden su disolución.
AVISO MUY IMPORTANTE
Emitido por Ana Judith Pérez, Directora de
Proyectos de INDUSTRIAS QUIMICO FARMACEUTICAS AMERICANAS, en el que se
desprende como riesgo de muerte todo producto con contenido FENILPROPALAMINA,
de los que se han detectado 28 medicamentos, especialmente los antigripales.
El Ministerio de Salud a través de la Agencia
Nacional de Vigilancia Sanitaria, suspendió la manipulación y comercialización
del “Fenilpropalamina”. Una medida de urgente relevancia ya que se ha
constatado que la sustancia provoca efectos adversos y letales, con posible hemorragia
cerebral.
LOS MEDICAMENTOS SUSPENDIDOS SON LOS SIGUIENTES:
1) Benadryl día y noche. 2) Acf 4 3) Naldecón
Bristol 4) Acolde
5) Rinarín Expectorante 6) Deltap 7) Desfenil 8)
HCl de fenilpropalamina
9) Naldex 10) Nasaliv 11) Decongel Plus 12)
Sanagrip 13) Descon 14) Descon AP
15) Descon Expectorante 16) Dimetapp 17) Dimetapp
Expectorante
18) Cepacol Plus 19) Ornatrol 20) Rhinex AP 21)
Contilén 22) Decidex
23) Contac 10 24) Desenfriol-D 25) Desenfriolito
26) Dimetap 27) Graneodin-D
28) XL3
A todas las personas que estén utilizando cualquier
medicamento de esta lista, es importante suspendan la medicación y consulten a
su médico para mayores detalles.
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